Capítulo 29.
Los días continuaban pasando, Jin iba a chequeos regularmente. Su embarazo avanzaba a la perfección, Yongsun estaba muy feliz y habían empezado a comprar cositas para el cachorro.
Jin estaba bajo revisión con su dieta, el omega tuvo un lapso donde su estómago no toleraba cosas dulces. Así que ahora que estaba mejor; Jimin, Jungkook y Yongsun le ayudaban para que su recuperación fuera lo más pronto posible.
Según su doctora especialista estaba a punto de cumplir 4 meses, cuando se enteró de que estaba en cinta tenía cerca de los dos meses.
Al momento de realizarle el ultrasonido y poder escuchar el corazón latir de su pequeño se emocionó tanto que pasó llorando toda la tarde. Pidió que le imprimieran unas fotos del ultrasonido para obsequiar a sus amigos y llevar una a casa para presentarlo a sus plantas y ocupar un lugar especial en el pasillo de pinturas.
Jimin seguía haciendo postres, el omega se hizo de ciertos clientes, cocinar le relajaba y gustaba mucho de prepararlos, siempre daba un pequeño toque a sus creaciones.
Hizo una entrega de unas mini tartaletas y el comprador quedó encantado con la presentación.
Jungkook estaba orgulloso de verlo hacer algo que le gustaba, de verlo sonreír y tener más confianza de sí mismo.
Le obsequió algunos libros de repostería y Jimin parecía superarse cada día más, ahora con sus ingresos podía colaborar en las compras en la casa y suplir cosas necesarias para Jaesung.
Jaesung estaba muy apegado con Jungkook, su confianza mejoraba cada día, seguía siendo algo callado, pero el pequeño era muy inteligente.
Y pues con el cortejo todo iba a su ritmo, no forzaron nada para que ambos se sintieran bien y tranquilos. Jungkook aún seguía sintiendo que debía esperar un poco más. No es que Jimin no se sintiera seguro con él, el alfa quería hacer todo perfecto para su omega.
Jimin no podía amar más a Jungkook, su alfa tan respetuoso, dándole el debido espacio, estando a su lado cuando sin decir palabras, él le amaba y le hacía sentir querido.
Se pertenecían y no había ningún problema con ello. Jimin estaba feliz y Jungkook también.
Yoongi y Hoseok estaban en contacto, oficialmente estaban saliendo y el alfa no podía separarse del omega.
Y pues bueno, antes de la calma viene la tormenta, o eso dicen.
Rumores empezaron a circular, pero ellos no se amedrentaron por nada, así que pasaron el resto del día juntos.
Los alfas llamaron para informar que estarían más tarde de lo normal en el trabajo, pues, había algunos inconvenientes con el avance de la investigación.
No sabían mucho, pero otro auto estuvo vigilando afuera de la casa de Yongsun y Jin, Hoseok informó que por petición de Yoongi no saldría de casa a menos que él fuera acompañándolo.
La semana transcurrió en que Jungkook y Yongsun llegaban a casa muy agotados, iban directo a los brazos de sus omegas buscando un poco de alivio en su olor.
Jungkook estaba trabajando en sus pinturas nuevamente y Jaesung era quien le acompañaba en su tiempo en el jardín, mientras Jimin preparaba algunas entregas de postres que le solicitaban.
Esa tarde Yongsun llevó a Jin a revisión, le recetaron unas pastillas, pues últimamente, no había podido dormir bien.
El castaño omega se encontraba sentado en el sofá acariciando su estómago.
—Pequeño y lindo bichito, ¿por qué no dejas a mami comer pastel de chocolate? El tío Jimin los hace tan deliciosos.
—Jin, ¿te sientes bien? —Yongsun llega a su lado brindándole una taza con té de manzanilla.
—Si alfa estoy muy bien, es solo que no puedo creer esto, la doctora dice que pronto lo sentiré a nuestro bebé, es muy perezoso —rió cuando su alfa besó su pequeña barriga.
—Lo sé cariño, todo ha sido una locura. Ahora bebe el té amor, eso te servirá mucho.
—Gracias alfa —sorbió un par de tragos—. Estoy tan feliz Sun, y mi alegría también incluye a Jimin, solo míralo sonreír, es tan bello y Jae un pequeño algodón de azúcar —Jimin reía mientras Jaesung llenaba sus mejillas con pequeños besos, la luz del atardecer era dorada y la imagen era perfecta de apreciar.
—Si omega, yo también estoy feliz con todo y algo nerviosa por como reaccionará Jimin con lo que está preparando Jungkook.
—Lo sé, estoy tan emocionado, no tienes idea de las veces que me he mordido la lengua para callar... hablando de algodón de azúcar, tengo hambre alfa.
—¿Cuándo pediste algo de algodones?
—En mi cabeza Sun, ¡presta más atención!
—En la nevera tengo unos congelados de yogurt, fruta y algunas semillas. Jimin me mostró cómo prepararlos para ti amor.
—Bien, gracias cariño. Te amo, eres la mejor alfa —sonríe—. ¿Sabes si vendrá Hoseok hoy?
—Al rato llegarán, recuerda que deben distraer a Jimin mientras nosotros hablamos con Jungkook para coordinar todo.
—Jungkook está tan nervioso, yo sé que Jimin aceptará gustoso, mi bebé se merece todo lo bueno, eres una gran alfa amor, gracias por todo.
—Tú lo aceptaste, también nuestros lobos lo sintieron tan familiar porque ya estaba destinado a que se pertenecieran con Jungkook, ellos fueron creados para estar juntos, así como tú y yo.
—Te amo alfa.
—Te amo —picoteó sus labios.
La tarde siguió, Yoongi y Hoseok llegaron para dar en marcha su plan, así que los alfas salieron de casa y Jimin se quedó junto a sus amigos compartiendo una noche de omegas.
—Preparé algunas palomitas de maíz.
—Bien porque muero de hambre —Jin le arrebató el recipiente riendo al ver el rostro sorprendido de Hoseok—. Ni me juzgues Hoseok, cuando estés embarazado me entenderás.
—Solo algunas Jin, a menos que no contengan mucha sal —habló Jimin cuando acomodaba un plato con gelatina de colores cerca de Jaesung para que comiera.
El pequeño se levantó y llevó dos pedacitos para los omegas, uno para Jin y otro para Hoseok.
—Gracias, Jae eres un bomboncito —Jin se tragó de un bocado el cuadro de gelatina tosiendo estrepitosamente porque sintió que se le atoraba.
Jaesung fue tras él dando golpes en su espalda, abriendo los ojos en grande, muy preocupado por ayudar al omega.
—Gracias amorcito, ya estoy bien.
—Eres la cosita más tierna que he visto Jae, mamá te manda saludos y esto —dijo Hoseok mientras le tendía una manta al pequeño.
—Mami... —el cachorro corrió emocionado al ver la manta con que dormía todas las noches.
Hoseok suspiró ante la escena —Mamá dice que se aferró a ella tanto como con el libro almohada, esa pequeña manta y Jae tienen historia —rió triste recordando que en el camino a buscar a su mamá, una omega se apiadó de él dándole esa frazada para cubrir al pequeño del frío. Jaesung regresó a Hoseok y recostó su rostro sobre su pierna dando pequeños golpes para consolarlo—. Gracias, pequeño.
La película que habían elegido era una para compartir junto a Jaesung.
—No Jin, no veremos Bambi, no es linda —Hoseok niega.
—Claro que sí, es muy tierna —refutó.
—No me gusta, ¿cómo vas a creer que Jae se sentirá viendo eso? —intenta pelear el control remoto.
—Es cierto, lo siento Jae bonito —besó su cabecita mientras el cachorro le extendía otro cuadro de gelatina—. ¿Y el Rey León?
—¿En serio Jin? —Hoseok vira los ojos.
—Cierto perdón, lo siento, no pensé bien, en la otra es la mamá y aquí el papá, pero si te pones a pensar, en la mayoría de esas películas siempre faltan los padres o alguno de ellos.
—Mejor preguntémosle a Jae que quiere ver.
Jimin le mostró las películas a su cachorro y él eligió la de Tarzán, Hoseok preparó todo con ayuda de Jin, Jaesung le daba en la boca algo de gelatina a su mami riendo cuando Jimin apretaba sus deditos entre sus labios con cuidado de no lastimarlo.
La película empezó y todos estaban muy atentos viendo lo que sucedía, cuando llegó la parte de la gorila cantándole al bebé, los tres estaban muy emocionados.
—Gran elección Jae —Jin busca una servilleta para limpiar su rostro, Jaesung sonrió y continuó comiendo.
A medida que la película avanzaba, Jaesung bosteza y busca los brazos de su mami, quien lo acomoda en su regazo —¿Estás cansado, amor? —pregunta en susurros, el cachorrito asiente y palmea la pierna de su mami con cariño.
—Yo tengo mucho sueño, chicos —Jimin habla.
—Ve a dormir entonces ricitos, nosotros esperamos a los alfas.
—No, creo que mejor los esperaré con ustedes.
—No tardarán en llegar, no te preocupes Jimin.
Sentía los ojos pesados, así que acostó a Jaesung frente a él y luego él hizo lo mismo atrayendo al pequeño para que estuviera muy cerca.
El sueño lo venció y se quedó completamente dormido con Jaesung en brazos.
Jin y Hoseok comentaban en susurros lo emocionados que estaban por la gran sorpresa y terminando de arreglar algunos detalles. Al tiempo los alfas llegaron, era muy tarde, así que Jin y Yongsun ofrecieron a Yoongi y Hoseok quedarse en una de las habitaciones.
La pareja acepta gustosa. Jungkook se acerca con cuidado para besar la mejilla de Jimin, movió su cabello a un lado y sonrió. Le rogaba al universo que todo saliera como él pensaba.
Así que tomó a Jaesung para llevarlo a la cama para después ir por Jimin, el cachorro se acomodó en sus brazos, respirando con alivio inconscientemente.
Lo dejó en la cama cuna que Yoongi y Hoseok habían obsequiado, lo arropó y besó su mejilla.
Cuando llegó a la sala, Jimin estaba abrazado a uno de los cojines de la sala, no pudo evitar la tentación de acercarse y besar sus labios. Sonrió cuando notó el puchero en el labio de su omega por haberse alejado.
—Vamos amor, mañana nos espera un gran día cariño.
Jimin se abrazó a él cuando lo levantó para cargarlo y llevarlo a su habitación.
—Alfa... —habló adormitado cerca de su oreja.
—Hola amor, aquí estoy.
Lo dejó sobre las suaves mantas, subió la cobija hasta sus hombros queriéndose arropar junto a él, pero antes fue al baño para tomar una merecida y relajante ducha.
Jimin se removió inquieto, tuvo una de esas pesadillas que algunas noches le atormentaron y no se podía despertar.
Se encontraba corriendo, sus pies estaban lastimados de tanto caminar, el aire era tan frío que quemó su garganta, su rostro estaba manchado con lágrimas secas de tanto llanto, era desesperante. Gritaba y gritaba, pero la voz no salía, giró buscando algo, pero nada era claro, todo parecía estar borroso, sus intentos eran vanos para que alguien escuchara sus gritos y de pronto esa voz.
—No —implora sin poder escucharse, su cuerpo se había vuelto pesado, no creía tener control sobre él por más que intentaba huir.
—Pero mira nada más a quién tenemos aquí —en las sombras una silueta se acercaba.
—No... —frente a él se encontraba aquel quien le arrebató la vida.
Jungkook salió del baño muy preocupado, su cabello aún escurría mucha agua, solo logró ponerse unos pants, sintió algo extraño, fue un sentimiento que nunca experimentó.
Y vio a Jimin destapado y con sus rizos pegados al rostro por el sudor, Jaesung estaba inquieto en su sueño, así que dejó que su aroma bailara en la habitación, se acercó al omega hablándole con mucha preocupación en su mirada.
—Cariño. Jimin, despierta amor —no respondía—. Regresa a mí —apretó suavemente sus hombros.
Su respiración se agitó y se levantó con los ojos muy rojos, viendo a todos lados, dándose cuenta del lugar donde estaba.
—¿Jimin? —Jungkook llama, pero su omega acercó sus piernas hasta rozarlas a su pecho haciéndose un ovillo, se abrazó así mismo dejando escapar su llanto.
—Mi amor, ¿qué sucede? —intenta hablarle de nuevo, pero Jimin no respondió, así que lo tomó en brazos y lo sentó sobre sus piernas, permitiendo que el omega posara su rostro sobre su pecho.
Los latidos del corazón del alfa sirvieron como un arrullo para el omega, se aferró al torso de Jungkook dejando a flote sus emociones.
Buscó ocultarse en el cuello de su alfa hablando muy bajito —Estás aquí alfa.
—Si amor aquí estoy, no iré a ninguna parte —lo abrazó dejando una serie de besos sobre la cabeza de su omega.
No eran necesarias las palabras, pues sentía en su propia piel toda la tormenta que amedrentaba al omega, miedo, angustia, coraje, enojo.
Y Jimin solo apretaba su agarre a su alrededor porque con el tacto de la piel del alfa lo mantuvo en la realidad, que solo era una pesadilla.
Porque sí, en los brazos de su alfa, todo su pasado parecía solo eso, un mal sueño.
—Te tengo Jimin —Jungkook luchaba con el enojo de su alfa, entendía en perfección la situación y el motivo del temor de su omega.
—No me dejes, prométeme que no te irás alfa —el miedo se percibía en sus palabras.
—Nunca podría hacerlo cariño, todo mi ser está destinado y enlazado contigo amor.
Logró calmarse, gracias a todas las caricias y palabras de Jungkook.
Ahora estaba sano y salvo.
Estaba en casa.
Jungkook fue como esa luz e hizo que toda la niebla se dispersara, estaba bien.
—Te amo alfa.
—Te amo bebé, te amo con la intensidad de mil soles.
Por alguna extraña razón un sentimiento raro le inundó, sus pensamientos volaron al pasado, nunca se imaginó encontrarse de esta manera, con alguien que realmente lo amara a pesar de estar todo remendado.
Jaesung con su propio lugar para dormir y ya no en el suelo, ahora tenía cobijas, no aquellos trapos rotos ni cobijas viejas que Hoseok le daba en escondidas.
No vivía con temor que lo golpearan o lo dejaran sin comer, no había miedo de que le gritaran lo mal omega o lo despreciable que era. Jungkook lo vio cuando estaba destruido y fue capaz de sumergirse en su miseria y mostrarle que se podía vivir y amar bonito.
Ahora tenía un lugar a donde pertenecer y estar.
Su pequeño estaba justo ahí, tragó queriendo llevarse el amargo sentimiento que estaba posado en su garganta.
Un puchero tembló en su labio, Jungkook lo sujetó de la cintura para recostarlo bien en la cama.
Jeon se acostó justo a su altura para besar ese lindo pero triste puchero en los labios de su Jimin.
Pegó sus frentes y con su nariz acarició el rostro del omega que esbozó una pequeña sonrisa por las caricias.
Las luces de noche con formas de estrellas alumbraban la habitación, él las compró para Jaesung, a su pequeño le encantaban tanto como a él y a Jungkook.
Jimin con los ojos cerrados acariciaba el collar que el alfa le había dado, no se lo quitaba por nada, cuando tenía algo de ansiedad siempre lo tomaba y ese acto le calmaba un poco.
Jungkook no podía dejar de verlo, estaba realmente enamorado de la belleza de Jimin, en especial esa pequeña cicatriz a un lado de su mentón, era simplemente hermoso todo lo que había en él.
—Eres tan hermoso, y aún no puedo creer que me dejaras ser parte de tu vida —Jungkook acariciaba su rostro.
Jimin abrió los ojos observando detenidamente al alfa —Tú también eres muy lindo Kook, eres de ensueño.
Jungkook se apegó más a él pasando su mano por el costado de su omega, desde su cintura hasta su mejilla, la caricia era íntima, pero no le hacía sentir para nada incómodo.
—¿Jimin? —llama en medio de un beso.
—Si...
—Deseo que mañana me acompañes a un lugar, tú y Jae. Es una sorpresa, pero si no te sientes a gusto entonces lo dejaremos para después.
—Confío en ti alfa —suspira con un poco de temor—. Está bien, iremos contigo.
—Gracias eres el mejor de todos, tan bueno, lindo, guapo. Eres lo que un día imaginé y agregado a todo eres hermoso físicamente.
—Calla me harás sonrojar —Jimin sonríe nervioso.
—Es la verdad —insiste con párpados pesados, la mezcla de sus aromas los estaba relajando a ambos, se apegó más a él besando su cuello, quedándose plenamente dormido en ese lugar.
✧✦✧
La mañana llegó, Jungkook lo despertó con besos en todo su rostro, Jaesung ya estaba sentado sobre su cuna esperando ser alzado para ir con su mami.
—¿Podrías estar listo a las 9:30? —la cita está reservada a las diez, Jungkook picotea sus labios.
—Con gusto, ¿a dónde iremos?
—Ya te dije Jimin, es una sorpresa. No comas ansias, bebé. Jin y Yongsun salieron a desayunar, Yoongi y Hoseok se fueron con ellos, nos dejaron algo preparado para comer.
—Eso es genial, qué bueno, sé que nos aman, pero creo que necesitan su propio espacio.
—Lo sé, igual nuestra casa ya está, pensaba proponerte que después de finalizar el cortejo fuéramos para que veas si necesitas hacer algún cambio, y cuando tú te sientas totalmente seguro nos mudaremos, y si esa no te gusta buscaremos algo que te agrade y la compraremos —sonrió mostrando sus dientes.
—¿Nosotros? —preguntó asombrado y tosiendo un poco.
—Sí, tú, Jae y yo, ¿qué dices bebé?
—Yo... Digo sí, bueno, si claro, yo quiero —habla emocionado, aturdido y sorprendido.
—Eres mi omega Jimin y Jae nuestro cachorro, quiero lo mejor para ambos y al ustedes estar bien yo estaré bien, es así de simple.
—Creo que decir que te amo se queda corto con todo lo que tengo para decirte alfa. Esto va por lo lindo y bueno que eres.
Se acercó y con algo de carmín en sus mejillas se acercó buscando sus labios, dejando un beso sobre ellos.
—Te amo.
Jaesung aplaudió arrugando su nariz y resoplando haciendo sonidos graciosos por verlos ahí abrazados, ambos se acercaron y Jungkook lo cargó besando a ambos.
✧✦✧
La hora se acercaba, Jungkook estaba un poco nervioso, ¡no! En realidad estaba muy nervioso.
No estaba seguro de si Jimin aceptaría su propuesta, pero dicen que el que no arriesga nunca sabrá si tendría oportunidad para ganar. Se debía empezar por el inicio, el inicio que ellos merecían y él se encargaría de dárselos.
Jimin también estaba un poco ansioso, pero sus nervios se calmaron cuando vio la emoción del alfa.
Jungkook pidió que todos fueran vestidos casuales, sin embargo, con un toque de formalidad, subieron al auto y Jimin vio por fin los autos vigías afuera de casa. El alfa tomó a Jaesung llevándolo a los sillones de atrás.
—Oye, yo iré con él —refuta dirigiéndose a con Jaesung.
—Tú iras junto a mí, hace unos días instalé una silla especial para llevar a nuestro cachorro en el auto cuando sea necesario.
—Eso es muy lindo, gracias Jungkook —lo vio acomodar muy bien mientras el pequeño alfa cantaba frases solo con la sílaba pa.
Ambos fueron a sus asientos y Jungkook suspiró una gran bocanada de aire, los nervios le empezaban a jugar en contra, ni su gran y arduo entrenamiento le ayudaba con esto. No con Jimin, su omega merecía lo mejor.
—¿Qué sucede alfa? —Jimin acarició su mano atreviéndose a entrelazar los dedos, sentía al alfa agitado y nervioso. Le sonrió lindo y al instante todo parecía calmarse.
Jungkook no se atrevió a comentar de la palabra que le hizo sentir una revolución en su interior, su omega poco a poco parecía demostrar su verdadero yo y eso le encantaba.
El alfa vio sus manos, lucían tan bien juntas y lo mágico que se sentía era de otro mundo, el cómo encajaban perfectamente.
—Estoy algo asustado cariño, promete que no te sentirás presionado por nada —pide.
—Claro que no, contigo me siento libre —le sonríe y eso fue suficiente, el alfa acerca sus manos juntas y besa la de Jimin.
—Bien, vamos entonces.
El camino fue lindo, Jaesung parecía emocionarse con todo lo que lograba ver, Jimin estaba muy asombrado por los paisajes, se arrepentía de no aceptar todas las veces que el alfa quiso sacarlo de casa.
El mundo era bello y se lo estaba perdiendo por el miedo que sentía, ya trabajaría en ello.
Bajaron del auto y Jungkook aún estaba nervioso, Jaesung pidió ir en sus brazos.
Llegaron a lo que parecía ser una cabaña rústica con muchas flores por todos lados, los grandes robles le daban un toque especial, parecía que todo estaba en perfecta sintonía, el viento era suave y acogedor.
Tomó la mano del omega y lo guio por un pequeño camino que marcaba un sendero, Jimin sintió algo dentro de sí, este lugar le recordó aquel sueño donde vio a su mami.
Sus feromonas revolotearon al son del palpitar de su corazón, el viento bailaba por todos lados que parecía que las florecillas hacían reverencia por donde pasaba.
Jungkook sintió el aroma de Jimin, tan tranquilizante como cuando era niño y se encerraba en la biblioteca de casa, luego su madre aparecía con café y leche y unas galletas para acompañar.
Jungkook dio un pequeño apretón a su agarre, le vio fijo y le indicó con la cabeza que viera hacia el otro lado.
Los ojos de Jimin se cristalizaron, nunca había visto algo parecido a esto, era un enorme árbol, sus ramas eran grandes que parecían formar un techo sobre sus cabezas; con tiras de flores rosadas colgando por todos lados, algunas sillas estaban posicionadas delante de un pequeño arco formado con ramas secas y flores.
El ambiente era perfectamente adornado por una bella melodía con instrumentos de cuerdas para dar el toque exacto y necesario para que estuviera lindo y armonioso.
Sus lágrimas terminaron de caer cuando vio a Jin llorando junto a Yongsun y Hoseok sonriendo con gran emoción al lado de Yoongi, Solji le saludó con manos sobre su corazón y Daebin limpiaba su rostro muy emocionada.
Volteó a ver a Jungkook y el alfa parecía estar igual de emocionado que todos. Al frente, una mujer beta con una carpeta en manos se posicionó frente a una pequeña mesa.
—¿Qué es todo esto? —su voz termina quebrándose al final, porque en realidad su mente estaba en blanco incapaz de plantearse algún escenario.
El alfa bajó a Jaesung colocándolo en medio de ambos para poder caminar por todo el pequeño sendero que finalizaba frente al gran arco que también tenía muchas luces de hada que se veían muy bien en el templado ambiente, pues la mañana no era soleada. El ambiente parecía ser tan mágico.
—Acompáñame.
Caminaron con el rostro empapado y Jaesung sonreía al ver a todos ahí.
Al llegar al final, Jungkook se puso frente a él y le habló levantando al cachorro en sus manos.
—Jimin, las palabras no alcanzan cuando se trata de ti, este es uno de los pasos para finalizar el cortejo que has aceptado. Desde que te vi supe que yo te pertenecía, eres la persona más fuerte y valiente que he conocido en toda mi vida —muy emocionado, habla sin dejar de admirar a su omega.
—Kook... —Jimin permitió que más lágrimas salieron de sus ojos.
—Te amo, Jimin —suspiró—. Te amo a ti y a nuestro cachorro —el omega le vio con ilusión, notando a su bebé sonreír a los presentes mostrando todos sus dientes. Jungkook sacó un pañuelo y limpió las lágrimas de su omega.
Jaesung estaba parado recargando su rostro sobre las piernas de su mami muy abrazado a ellas.
—Hoy yo quiero —suspiró de nuevo sonriendo emocionado—. Es decir, bien he preparado esto por ti y por Jae, por nosotros. Un día dijiste que nuestro cachorro no existía legalmente, así que aquí la abogada presente ha venido a mi llamado para que Jae pueda tener una existencia legal con nombre y apellido.
Jimin cubrió su rostro derramándose en llanto, era verdad, Jaesung no tenía existencia, el alfa cargó al pequeño y abrazó a su omega, todos sus amigos estaban igual de emocionados.
—Pero también quiero ser un poco atrevido y sabes que yo te amo a ti y a todo lo que respecta a tu vida. Y este pequeño me atrapó desde que lo vi. Así que me preguntaba si tú permitirías que Jaesung también lleve mi apellido. Ustedes son mi familia —dijo con la emoción en su garganta.
Jimin se separó del alfa, buscó en su rostro algo que le digiera que esto era una broma o simplemente esperando a despertar si todo era un sueño.
—Lo que más quiero es formar parte de tu vida en todas las formas posibles —Jungkook asegura y cambia a Jaesung de mano—. Los amo tanto como nunca creí que fuera capaz de hacerlo.
Buscó en su pantalón una cajita pequeña y aterciopelada, respiró y habló —Eres mi hermoso omega, tan bello y perfecto como una vez lo imaginé —dijo hincándose sobre una rodilla y paró a Jaesung junto a él—. ¿Me darías el privilegio de ser llamado tu esposo, tu alfa y el padre oficial de nuestro cachorro?
Jimin se quedó sin habla por lo sorprendido que estaba, algo abrumado por la situación. ¿Jungkook, este gran alfa y hermoso alfa, le pidió si le permitía dejar que Jaesung llevara su apellido? Y claro, también si le dejaba ser su esposo.
Se recompuso de inmediato pestañeando rápidamente para salir de sus pensamientos.
Se inclinó para estar frente al alfa sonriendo muy emocionado —Sí, Jungkook, claro que sí, yo también quiero pasar el resto de mis días a tu lado —Jaesung caminó haciéndose a un lado con un dedito dentro de la boca yendo con Solji que le llamaba, Jimin le agradeció con un asentimiento de cabeza.
Jimin se acercó al alfa tomando su mano para ponerse de pie y abrazarlo, al separarse Jungkook sacó las joyas de la cajita, dos hermosos anillos de plata con adornos de ópalo azul y verde que juegan perfectamente con el color de sus ojos.
Tomó las delicadas manos de Jimin entre las suyas y colocó el anillo en su dedo anular y el omega hizo lo mismo con él.
Los presentes aplaudieron, ahora Jaesung estaba recostado en los hombros de Jin.
—Bien, ¿estás seguro de lo de Jae? —Jungkook pregunta en medio del abrazo.
—Claro que sí, ¿tú estás seguro? Esto será para siempre.
—Amo los para siempre y más si tú estás en ellos —su alfa sonríe y eso fue más que suficiente.
Jin llevó al pequeño a los brazos de su mami y caminaron hasta estar el frente de la beta.
Era una ceremonia de presentación y legalización de la existencia por el cachorro y de compromiso para ellos. Jungkook no concebía la idea de hacer algo pequeño y simple para Jimin.
La abogada tenía el papeleo debido, Jungkook, Yongsun y Yoongi se encargaron de hacer todo lo necesario para que fuera todo en perfecto orden, Dongwoo nunca permitió que Jimin reconociera a Jaesung, su bebé no existía en los folios y actas.
—Bien entonces es legal, dadas las circunstancias explicadas con anterioridad por el comandante Jeon, solo falta agregar el nombre del pequeño para el acta de nacimiento y los nombres y apellidos del alfa y omega para que queden registrados como padres.
La mano de Jimin tembló —Jeon...
Jungkook posó su mano sobre la pierna de Jimin —Que tu apellido vaya primero, amor.
Jimin sonrió y continuó escribiendo: Park Jeon Jaesung.
—Bien, ahora las firmas —declaró la beta.
Jimin firmó donde correspondía y luego Jungkook.
—Felicidades señores, es oficial, el cachorro es legalmente su hijo.
Jimin abrazó a su pequeño sin poder dejar de llorar y Jungkook solamente se unió al abrazo.
—Gracias alfa.
—Gracias a ti omega.
Se hundieron en el abrazo, mientas alfa y omega aullaban dentro de sus pechos.
Los demás llegaron a ellos para felicitarlos, pasaron un buen rato compartiendo una merienda y bailando con la suave música.
Jin hacía de las suyas incitando a Solji que sacara a Daebin bailar.
—Anda Solji, no creas que no he notado como miras a Daebin, ella es muy linda.
—Lo sé pero...
—Pero nada solo ve.
La alfa se paró y fue donde Daebin para conversar un poco, Jin sonrió complacido al ver cómo Daebin veía encantada a la alfa.
Yongsun tomaba fotos de todos, capturó este instante donde Jimin y Jungkook se daban un pequeño beso y Jaesung aplaudía en brazos del alfa.
Hoseok y Yoongi bailaban abrazos y con los ojos cerrados, momento capturado en cámara también.
—Me encanta este lugar —Jimin suspiró la frescura del ambiente, se encontraba junto a Jungkook.
—A mí también, lo compré para nosotros —comenta con tranquilidad, feliz que Jimin lo ame tanto como él.
—¿Qué?
—Lo siento, pero deseaba que esto fuera especial, algo que nos perteneciera para siempre.
Jimin negó con la cabeza y se recostó en el pecho de su alfa y ahora prometido.
—En realidad tuve que hacer algo bueno en mi otra vida para tenerte Jungkook.
—Lo mismo digo bebé, eres lo mejor que me pasó omega.
Luego de un rato bailando con el cachorro y compartiendo abrazos, risas, besos y jugueteos, finalizaron todo y brindaron por la felicidad, por la vida y por lo que faltaba vivirla.
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